La magia básicamente funciona con cinco elementos sagrados: tierra, aire, fuego, agua y éter o espíritu. Para usarlos correctamente, es necesario comprenderlos. La comprensión tiene dos niveles: teórico, obtener información y conocimiento, y práctico, meditación sobre los elementos, sentirlos y conocerlos en su interior como una experiencia personal directa.
- La tierra es el elemento del mundo material y nuestras necesidades físicas de refugio, comida y cuerpo sano.
- El aire representa el poder de la comunicación, la memoria, las ideas y el aprendizaje.
- El agua representa los poderes del amor, la curación y los sueños.
- El fuego es el elemento del coraje, la fuerza de voluntad y la inspiración.
- El éter es el elemento menos terrenal. No tiene espacio ni tiempo, impregna y abarca todos los demás elementos burdos.
Magia elemental
En un ritual como el amarre de Corazones Entrelazados se necesita de estos cinco elementos. Sin embargo, deben ser realizados por un profesional como Alicia Collado o cualquier otro hechicero de su confianza.
El elemento fuego
El mago encuentra una posición cómoda y entra en un estado meditativo. Luego imagina el universo y todo lo que hay dentro de él es un enorme mar de fuego. Con la ayuda de su fuerza de voluntad, inhala el elemento fuego en su cuerpo, a través de los poros de su piel, mientras cuenta el número de respiraciones que toma. Al mismo tiempo, se asegura de percibir claramente la fuerza de propagación del fuego. Cuando su cuerpo se ha calentado hasta cierto punto, ha alcanzado el objetivo del ejercicio. Con la misma cantidad de respiraciones que contó, exhala el elemento fuego hasta que su cuerpo se regula de nuevo a su temperatura normal. Cuando un mago ha dominado el elemento fuego, puede caminar desnudo en la nieve e incluso puede hacer que la nieve en un radio de varios metros o kilómetros se derrita.
El elemento aire
El mago encuentra una posición cómoda y entra en un estado meditativo. Luego imagina que está en un vasto e infinito espacio, en el que solo hay aire. Aspira aire en su cuerpo, a través de los poros de su piel, al mismo tiempo que cuenta el número de respiraciones que toma. Como un globo, bombea más y más aire hasta que se siente tan ligero como el aire mismo. Ahora ha alcanzado el objetivo del ejercicio. Con la misma cantidad de respiraciones que contó, exhala el elemento aire fuera de su cuerpo hasta que pasa esta sensación de ligereza. Cuando un mago ha logrado dominar el elemento aire, le permite flotar y moverse físicamente instantáneamente de un lugar a otro.
El elemento agua
El mago encuentra una posición cómoda y entra en un estado meditativo. Luego imagina que todo el universo es un océano infinito y que está nadando en medio de él. Cuenta el número de respiraciones que toma mientras respira el agua a través de los poros de su piel y al hacerlo siente la frialdad y el magnífico poder del agua. Exhala el elemento agua de su cuerpo, usando la misma cantidad de respiraciones que tomó para inhalarlo. Al completar este ejercicio, ya no debería tener sentimientos extraños. Al perfeccionar este ejercicio se puede lograr un dominio completo del elemento agua.
El elemento tierra
El mago encuentra una posición cómoda y entra en un estado meditativo. Luego imagina que todo el cosmos está hecho completamente de tierra. Al mismo tiempo, debe adaptarse a una clara sensación de densidad y pesadez. Cuenta la cantidad de respiraciones que toma mientras inhala el elemento aire en su cuerpo, a través de los poros de su piel. Cuando se siente tan pesado como el plomo, ha alcanzado el objetivo del ejercicio. Exhala el elemento tierra de su cuerpo, usando la misma cantidad de respiraciones que tomó para inhalarlo, hasta que su cuerpo se regule de nuevo a su sensación normal. El elemento tierra se puede aplicar de diferentes maneras para que, por ejemplo, algo pueda tomar una forma física en el mundo material o incluso pueda protegerte.
El elemento éter
El éter es completamente diferente de los cuatro elementos anteriores. No se puede ver ni sentir. Lleva todas las energías y vibraciones. El mago encuentra una posición cómoda y entra en un estado meditativo. Además, debe asegurarse de que haya un silencio total. Entonces imagina un gasto enorme e infinito del universo y se encuentra en medio de él. El objetivo de este ejercicio es sentir un éxtasis total por el mundo en el que se pierde todo sentido del tiempo y el espacio. El elemento éter es abstracto y no puede acumular el cuerpo como los demás elementos. Una vez que el mago ha dominado el elemento éter, ya no depende del tiempo y el espacio.
