Aunque solo afecta a mujeres, el cáncer de cuello uterino es uno de los 10 cánceres más comunes en el mundo. De hecho, cada año se diagnostican alrededor de 570.000 nuevos casos, lo que lo convierte en el tercer cáncer más común en mujeres.
La característica principal que distingue a este tumor de los demás es que está causado principalmente por la infección por el virus del papiloma humano (VPH), que es el agente causante de las enfermedades de transmisión sexual. Entonces, como veremos, es un cáncer que se puede prevenir manteniendo relaciones sexuales, aunque puede deberse a otros factores.
Causas del cáncer de cuello uterino
Por tanto, la principal causa de cáncer de cuello uterino es la infección por el virus del papiloma humano. Es el agente causante de las enfermedades de transmisión sexual y el sistema inmunológico tiende a combatirlo antes de que cause daño, pero ciertas partículas virales pueden “esconderse” en los tejidos y las células del cuello uterino durante el mayor tiempo posible.
Esto puede hacer que las células que contienen virus comiencen a destruir el material genético con el tiempo, lo que lleva a la formación de tumores. En otras palabras, es el virus “disfrazado” el que causa la aparición de este monstruoso cáncer.
En cualquier caso, cabe señalar que algunas personas han sido diagnosticadas como libres de virus y otras se han infectado con el VPH pero nunca han desarrollado cáncer de cuello uterino. Por tanto, la genética, el medio ambiente y el estilo de vida juegan un papel muy importante. Un rol importante.
En resumen, estar infectado con un virus significa no tener este tumor, y estar infectado con un virus no es garantía de que nunca tendrá este tumor. Por supuesto, los virus aumentan significativamente el riesgo.
Por lo tanto, existen factores de riesgo, la mayoría de los cuales están asociados con la posibilidad de desarrollar el virus del papiloma humano: sexo sin protección, múltiples parejas sexuales, iniciación sexual precoz, sistema inmunológico debilitado, tabaquismo, etc. Enfermedades de transmisión sexual.
Síntomas
El cáncer de cuello uterino inicialmente no muestra signos o signos de su presencia, por lo que es importante realizarse chequeos regulares para una detección temprana. En las etapas posteriores, el cáncer de cuello uterino se presenta como:
- Sangrado vaginal anormal durante la menstruación
- Sangrado vaginal después del sexo
- Sangrado vaginal después de la menopausia
- Flujo vaginal acuoso, sanguinolento y maloliente
- Dolor pélvico
Sin embargo, el problema generalmente no aparece. Por lo general, empeora hasta que el cáncer se ha diseminado a la vejiga, los intestinos, el hígado e incluso los pulmones. En ese caso, el tratamiento fue mucho más complicado.
Esté atento a dolores de espalda inusuales, debilidad y malestar, hinchazón de piernas, pérdida de peso, dolor de huesos, pérdida de apetito… estas manifestaciones suelen encontrarse en una etapa más peligrosa del cáncer de cuello uterino.
Vacunación
Existen vacunas que nos protegen del principal tipo de virus del papiloma humano (VPH) que causa la mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino. Por lo tanto, si no está seguro de haber sido vacunado, consulte su calendario de vacunación y pregunte si nunca lo han vacunado.
Practique sexo seguro
Usar condón reduce en gran medida las posibilidades de infectarse con el virus del papiloma humano y, por lo tanto, las posibilidades de desarrollar cáncer de cuello uterino. Además, limitar el número de parejas sexuales y evitar las actividades sexuales peligrosas es una buena forma de reducir aún más el riesgo de contraer el virus.
Compruebe
La mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino se pueden tratar con éxito si se diagnostican a tiempo. Por lo tanto, es muy importante tener citopatías vaginales regulares con una frecuencia determinada por el médico. Esta es la mejor manera de detectar de manera temprana los bultos vaginales anormales.
Adopción de un estilo de vida saludable
Sabemos que el tabaquismo es un factor de riesgo para el desarrollo de algunos cánceres de cuello uterino. Por lo tanto, es importante que no comience a fumar ni deje de fumar si lo hace. Además, llevar una dieta variada y equilibrada e incluir el ejercicio en su rutina diaria puede reducir el riesgo de este y otros cánceres.
Dada la alta incidencia del diagnóstico
Las mujeres mayores de 21 años deben comenzar a realizar pruebas para detectar la presencia de células precancerosas y actuar antes de que desarrollen cáncer. Durante estas pruebas, el médico frota el cuello uterino para analizar la muestra en busca de anomalías y también realiza pruebas para detectar el VPH.
Si se sospecha cáncer de cuello uterino, se realiza un examen completo, que incluye una biopsia para extraer tejido del cuello uterino.
Si un médico confirma que una persona tiene cáncer de cuello uterino, el siguiente paso es determinar su paradero porque es imperativo iniciar el tratamiento. Esto se realiza mediante rayos X, resonancia magnética, tomografía computarizada e imágenes de la vejiga y el recto.