Jabón antibacteriano vs Jabón común

Cuando compras jabones ¿Buscas productos con etiquetas que digan antibacterial additives con la esperanza de que mantengan a tu familia más segura? ¿Crees que esos productos reducirán el riesgo de enfermarse, infectarse o propagar gérmenes?

Los estudios revelan que no hay suficiente evidencia que demuestre que los jabones antibacterianos sean mejores para prevenir enfermedades que los jabones de uso común. Hasta la fecha, no se han probado los beneficios de usar jabón de manos antibacteriano. Además, el amplio uso de estos productos durante mucho tiempo ha planteado la cuestión de posibles efectos negativos para la salud.

En el año 2013, La FDA emitió una regla propuesta que requería datos de seguridad y eficacia de los fabricantes y consumidores, si querían continuar comercializando productos antibacterianos que contienen esos ingredientes, pero con tan poca información no fue proporcionado. Es por eso que ahora se está emitiendo una regla final según la cual los productos de lavado antiséptico para consumidores de venta libre como líquidos, espuma, jabón de manos en gel, jabones de barra y bajones corporales, que contienen la mayoría de los ingredientes activos antibacterianos, incluidos triclosán y triclocarbán, ya no lo harán.

¿Por qué? Porque los fabricantes no han probado que esos ingredientes sean seguros para el uso diario durante un largo periodo de tiempo. Además, los fabricantes no han demostrado que estos ingredientes sean más efectivos que el agua y el jabón común para prevenir enfermedades y la propagación de ciertas infecciones. Algunos fabricantes ya habían comenzado a eliminar estos ingredientes de sus productos antes de la regla final de la FDA.

“Seguir prácticas simples de lavado de manos es una de las formas más efectivas de prevenir la propagación de muchos tipos de infecciones y enfermedades en el hogar, en la escuela y en otros lugares” dice la FDA. “No podemos dejar de aconsejarlo porque siempre funciona”.

Esta regla final cubre solo los jabones antibacterianos para el consumidor y los jabones corporales que se usan con agua. No se aplica a desinfectantes para manos ni toallitas húmedas. Tampoco se aplica a los jabones antibacterianos que se utilizan en entornos de atención médica como hospitales y hogares de ancianos.

¿Qué hace que el jabón sea antibacteriano?

Los jabones antibacterianos (a veces llamados jabones antimicrobianos o antisépticos) contienen ciertas sustancias químicas que no se encuentran en los jabones tradicionales. Estos ingredientes se agregan a muchos productos de consumo con la intención de reducir o prevenir la infección bacteriana.

Muchos jabones líquidos etiquetados como antibacterianos contienen triclosán, un ingrediente que preocupa a muchos grupos ambientales, académicos y reguladores. Los estudios en animales han demostrado que el triclosán altera la forma en que algunas hormonas funcionan en el cuerpo y suscita posibles preocupaciones sobre los efectos de su uso en humanos. Si bien aún no se sabe con claridad cómo afecta esta sustancia a los seres humanos, se necesita más investigación.

No hay datos que demuestren que estos medicamentos brinden protección adicional contra enfermedades e infecciones. El uso de estos productos puede dar a las personas una falsa sensación de seguridad. Si usas estos productos porque crees que te protegen más que el agua y el jabón común, estas en un error. Si los usas por cómo se sienten, hay muchos otros productos que tienen formulaciones similares pero no que no exponen a tu familia a químicos innecesarios. Y algunos fabricantes han comenzado a revisar estos productos para eliminar estos ingredientes.

¿Cómo se sabe si un producto es antibacteriano?

Para los medicamentos de venta libre, los productos antibacterianos generalmente tienen esta palabra en la etiqueta. Que un producto jabón o gel de baño tenga una etiqueta de información sobre medicamentos, es una señal de que contiene ingredientes antibacterianos.

El triclosán y las preocupaciones de salud

Actualmente, el triclosán se puede encontrar en muchos lugares. Se ha agregado a muchos productos de consumo, incluyendo la ropa, los utensilios de cocina, los muebles y los juguetes, para prevenir la contaminación bacteriana. Por eso, la exposición a largo plazo de las personas al triclosán es más alta de lo que se pensaba anteriormente, lo que genera preocupación sobre los riesgos potenciales asociados con el uso de este ingrediente durante toda la vida.

Por otro lado, los estudios de laboratorio han planteado la posibilidad de que el triclosán contribuya a hacer que las bacterias sean resistentes a los antibióticos. Algunos datos muestran que esta resistencia puede tener un impacto significativo en la efectividad de los tratamientos médicos, como los antibióticos.

La FDA y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) han estado colaborando estrechamente en cuestiones científicas y regulatorias relacionadas con el triclosán. Este esfuerzo conjunto ayudará a garantizar la regulación de esta sustancia química. Por lo que se sabe hasta ahora, el sistema inmunológico de los humanos necesita cierta exposición a baterías y otros microbios para funcionar de la mejor manera.

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